La academia de D. Manuel Avellaneda

Este blog pretende ser la casa en Internet de todos los que recordamos con cariño a la Academia donde aprendimos tantas cosas. Salvo mejor opinión, sugiero "Guantanamera" como himno oficial de la Academia, pues era la canción que D. Manuel entonaba, y que coreábamos todos, en el autobús, de vuelta a Cieza, tras los exámenes, ..."los de primero (o segundo, o tercero,...ya cuarto, quinto y sexto sonaba más forzado) venimos sin calabazas".

miércoles, 30 de diciembre de 2009

D. Manuel ha muerto ...

     La semana pasada me encontré con Juan Avellaneda por la calle, en Murcia, justamente delante del IES Licenciado Cascales, el que fue Instituto Alfonso X el Sabio hace unos cuarenta años, antes de que éste se trasladara a su actual ubicación en el barrio de Vistalegre. Le dije que quería hablar con él en cuanto pasara la Navidad pero no le anticipé el motivo.
     Yo había empezado a preparar este blog pero necesitaba unos días más para acabar de perfilarlo y estas  vacaciones escolares me venían muy bien para ello. El lunes 28/12/09, día de los Santos Inocentes, cumpleaños de mi madre, casualmente, cuando estaba a punto de llamar a Juan para quedar y enseñarle el blog y el site que había preparado sobre la Academia, me llamó Pepe Morcillo diciéndome que D. Manuel había muerto.
     Yo albergaba la esperanza de haberme entrevistado con él uno de estos días para mostrarle esta especie de monumento virtual en su honor que pretende ser este blog, cuyos cimientos me sentía orgulloso de poder ofrecerle como muestra de la admiración, el respeto, el reconocimiento y el cariño que siempre he sentido por la familia Avellaneda, con el recuerdo emocionado de Daniel, mi amigo del alma, siempre de fondo.
   Aspiraba a pasar algunos ratos junto a D. Manuel, con objeto de recabar información de primera mano, que unida a los testimonios de su propia familia, me permitiera  ir completando un retrato completo de su figura y de su obra, que además, sirviera de estímulo para que todas las personas que lo desearan  aportaran contenidos para contribuir a que el recuerdo de la figura de D. Manuel y de la Academia perduraran en el tiempo.
    No ha podido ser. Por apenas unas horas, D. Manuel no ha podido ocupar, esta,  su casa en Internet. No ha tenido ocasión de inaugurarla. Descanse en paz.
Juan J. Ríos Piñera